“Adelante. Cásenme y me mato”,
desafía Nada Al-Ahdal, una niña de 11 años que vive en Yemen, un país situado
al sur de la península de Arabia. Las palabras surgen de un video desgarrador
que circuló las últimas semanas por YouTube. Durante dos minutos y medio de
altísima tensión, la nena acusa a sus familiares de intentar casarla a cambio
de dinero.
"¿Te haría feliz casarte
conmigo?", pregunta en el video que fue originalmente publicado por la
cadena árabe MEMRI TV y que rápidamente ganó popularidad: fue visto por
millones de personas de todo el mundo. “La muerte sería una mejor opción para
mí”, arroja la pequeña con la mirada fija hacia la cámara.
"Yo he conseguido resolver
mi problema”, dice la nena que, al momento de grabar el mensaje, se había
escapado de su casa ayudada por su tío. “Pero muchos niños inocentes no pueden
resolver los suyos y pueden morir, suicidarse o hacer lo primero que les venga
a la mente. Sólo son niños, ¿qué saben ellos? No han tenido tiempo para
estudiar ni para nada”, continúa.
"¿Qué pasa con la inocencia
de la infancia? ¿Qué han hecho tan mal las niñas para que se casen con ellas de
esta manera?", interroga. “Es criminal, sencillamente criminal. Mi tía
tenía 14 años (cuando se casó) y duró uno con su marido, después se cubrió de
gasolina y se prendió fuego. La maltrataba con cadenas, se emborrachaba... ¿De
verdad les haría felices casarme?”, pregunta la niña a sus padres.
Más de la mitad de las niñas
yemeníes se casan antes de cumplir los 18 años, muchas veces con hombres
mayores que ellas que tienen otras mujeres, según un estudio de la Universidad
de Sanaa citado por ABC.es. En el 2008, el Parlamento yemení intentó decretar a
los 17 años como la edad mínima para contraer matrimonio, pero varios diputados
se negaron porque dijeron que violaba la ley islámica.
Otra vez en casa
Tras el episodio, el ministerio
del Interior de Yemen junto con la organización Seyaj sacaron a Nada de la casa
de su tío y la llevaron a un refugio para mujeres, según lo publicado por la
CNN. Mientras se resolvía su caso, la niña fue puesta bajo custodia legal de
Ramzia Al-Eryani, una activista a favor de los derechos humanos del país.
Días después Nada se reencontró
con sus padres, con Al-Eryani como mediadora. Al final de la reunión, se llegó
a un acuerdo. Toda la familia, incluido el tío, se mudará a Sanaa, donde la
nena suplicó instalarse para poder estudiar y tener una vida mejor.
Como es habitual en estos casos,
surgieron muchas dudas y preguntas. ¿El relato de la niña es real? Sus
familiares dijeron muchas veces que no tienen intención de casarla. Por su
parte Seyaj, una organización que pide por los derechos de los niños en Yemen,
cree que algunas partes de la historia fueron inventadas. De una forma u otra,
la pequeña logró abrir corazones e instalar el debate.