Crítica de “Un novio para mi mujer”.

“Un novio para mi mujer”, la película dirigida por Juan Taratuto (¿Quién dice que es fácil?) y protagonizada por el actor y productor Adrián Suar, Gabriel “El Puma” Goity y Valeria Bertuccelli entre otros, que se estrenó el pasado 14 de agosto, es el nuevo éxito de la taquilla local, que en su primer semana de estreno recaudó, a nivel nacional, más de $10.500.000, una cifra por demás interesante para nuestro mercado. Pero la película no sólo tuvo el apoyo del público, sino que también de la crítica especializada, de la que consiguió varios elogios.
El argumento de esta película, se basa en la historia de un hombre de mediana edad, “El Tenso” (Adrián Suar), quien no encuentra la manera de decirle a su mujer, La Tana (Valeria Bertuccelli) que se quiere separar porque no puede convivir más con ella, quien siempre encuentra un motivo para estar de mal humor y protestar. Carlos, el amigo del Tenso, le aconseja que si no puede afrontar la situación, busque entonces, una manera de lograr que sea ella quien quiera cortar la relación. Es ahí cuando surge la idea de contratar los servicios de un especialista, El Cuervo Flores (Puma Goity), un antiguo Casanova, para que seduzca a la Tana hasta llegar al punto de que se encuentre perdidamente enamorada y quiera dejar a su marido. Obviamente, las cosas se complican y comienzan a surgir cuestiones que “El tenso” no había planeado.
A pesar de que me tomé mi tiempo para ir a ver esta película (que venía con buenas recomendaciones), nunca dudé que era una de las “seguras” en mi lista de opciones cinematográfica. Y estaba en lo cierto.
La película es una comedia romántica, que intenta adentrarse un poco, sin demasiadas profundidades, en las cuestiones de la psicología de la pareja. Más allá, del análisis técnico de los personajes, la película logra trasmitir con claridad tres sensaciones claras: el agotamiento abrumador que se produce en ciertos momentos negativos de la pareja, la dificultad de diálogo a la que muchas veces nos enfrentamos por nuestros distintos códigos de conductas y la profunda angustia de aquel que tardíamente se da cuenta que perdió de vista algo esencial para su vida.

Es una película que comienza siendo muy graciosa y lentamente va mutando hacia la tristeza; está muy bien contada, con buenas líneas y sobre todo con una excelente actuación de los intérpretes, sobretodo de Valeria Bertuccelli, que se roba la película.

Valeria va logrando con su actuación, transformar la emotividad del espectador. Primero trasmite esa imagen desagradable de una persona negativa, insoportable, de la que uno escaparía a miles de kilómetros, luego pasa a generar la risa del espectador con su humor ácido y agresivo y finalmente, cuando abre de nuevo su corazón dan ganas de proponerle amor eterno y de quedarte en el cine sin levantarte de la butaca. Una actriz con todas las letras y terriblemente seductora.
Es imposible que alguna parte de esta película no roce o no revuelva algún pedazo de la historia personal de cada espectador y creo que ahí reside el tremendo éxito de la película, es real y va dirigida a un público, que en definitiva, sabe de lo que se está hablando.
Quizás la única crítica reside en el rápido desenlace que se le dio a toda la situación que se fue generando a lo largo de la película, desenlace que no está a la altura del resto del guión, con un final demasiado poético para la crudeza del relato previo.
Igual la película es impecable, altamente recomendable, para todos los públicos, hombres, mujeres, solteros, casados, experimentados o novatos en la pareja, para todos y cada uno, la película tiene un guiño. Realmente una muy buena película.