Si observamos la profusa actividad de Hollywood, que opta una y otra vez (hasta el hartazgo), la misma estúpida fórmula cinematográfica, podría parecer que no. Pero nosotros hemos encontrado la solución a esa sequía creativa sin rompernos mucho la cabeza (existe una solución alternativa: hacer comedias románticas magníficas, frescas, divertidas e inolvidables; pero para eso habría que resucitar a Ernst Lubitsch o a Billy Wilder, y eso resulta imposible).
Haremos una demostración práctica de que a partir de una idea base típica y tópica se pueden elaborar miles de comedias románticas diferentes y originales (con mucha ganancia de por medio):
Una viuda está a punto de morir. Su mayor deseo es que su hijo se case y le dé un nieto. El joven es gay, pero su madre no lo sabe. Decide darle a la madre una alegría y habla con una amiga para que se haga pasar por su novia. La madre muere feliz y contenta. El hijo se acaba enamorando de la chica y se casa con ella.
Ahora veamos las distintas versiones que Hollywood nos puede ofrecer:
· Versión "Walt Disney": Una viuda está a punto de morir. Cantan una canción. Su mayor deseo es que su hijo se case y le dé un nieto. Cantan una canción. El joven es gay, pero su madre no lo sabe. Cantan una canción. Decide matarla de un disgusto y se lía con un cuarentón. Cantan una canción. La madre contraataca y se cepilla al cuarentón. Cantan una canción. El hijo se muere, asesinado por un cervatillo facha que grita "por maricón", y la madre y el cuarentón se casan y viven felices durante muchos años. Cantan una canción.
· Versión "Romeo y Julieta": Una viuda está a punto de morir. Su mayor deseo es que su hijo se case y le dé un nieto. El joven es gay, pero su madre no lo sabe. Decide matarla de un disgusto y se lía con un cuarentón. La madre contraataca y se cepilla al cuarentón. El hijo se suicida. La madre se suicida. El cuarentón se suicida. (Nota: Si se añadieran canciones, la versión podría llamarse “”West side story”).
· Versión "La matanza de Texas": Una viuda está a punto de morir. Su mayor deseo es que su hijo se case y le dé un nieto. El joven sólo la aguantaba por su dinero. Decide librarse de ella y la mata con una moto sierra. Luego se refugia en una cabaña en el bosque y mata a cinco o seis chicas ligeras de ropa.
· Versión "Un tranvía llamado Deseo": Una viuda sureña está a punto de morir. Su mayor deseo es cepillarse a su hijo. El joven es gay y está enamorado del aparcero de la finca, aunque su madre no lo sabe. El aparcero es un cerdo racista del Ku Klux Klan y se dedica a quemar a negros en sus ratos libres. En un descuido con la gasolina, quema al muchacho. La madre se entera de todo y se enamora del aparcero. Se casan y son muy desgraciados.
· Versión “Woody Allen” (de las divertidas): Una viuda está a punto de morir. Su mayor deseo es ir a Disneylandia en patinete. El problema es que la falta una pierna y no puede darse impulso. El hijo (cuya orientación sexual es irrelevante) decide llevarla en coche. Se equivocan de camino y aparecen en medio de una manifestación de trabajadores del metal. Los sindicalistas piensan que es una infiltrada de la patronal y la toman como rehén. El hijo se da a la bebida y acaba en una cafetería de carretera, donde conoce a Molly, una camarera de ciento cincuenta kilos. Se casa con ella y muere aplastado la noche de bodas.
· Versión “Woody Allen” (de las serias): Una viuda está a punto de morir. Se muere, y el resto de la película es en blanco y negro, con la madre hablando del sentido de la vida, la existencia de Dios y las películas de Bergman con la Muerte.
· Versión “Almodovar”: Una viuda está a punto de morir. Su mayor deseo es que su hijo se case y le dé un nieto. El joven es gay, pero su madre no lo sabe. Quiere darle una alegría y habla con un amigo para que se vista de mujer y se haga pasar por su novia. La madre sospecha algo (el amigo se olvida de afeitarse el bigote) y decide seguirles. Para pasar desapercibida, simula su muerte, se hace pasar por travesti y participa en un espectáculo de transformismo. Se convierte en la reina de la noche imitando a Betty Misiego e inicia giras por España y Japón. En Yokohama se enamora de un industrial japonés que resulta ser quien introdujo (y nunca mejor dicho) a su hijo en el mundo de la homosexualidad. Despechada, mata al industrial, aunque lo hace de tal forma que parece que se ha hecho el hara-kiri, y vuelve a España tras haberse hecho la estética. Allí se entera de que su hijo ha abierto un club y pide trabajo. El muchacho la contrata, sin sospechar nada, ya que piensa que un travesti japonés dará clase al espectáculo. Tras un mes de éxito y en medio de una canción de Marisol, la madre lo confiesa todo. El amigo del bigote mata al hijo y se casa con la madre. Es posible que esta versión gane un Oscar, porque en EE.UU. no se habrán enterado de nada y creerán que es sutil, profunda y original.
· Versión “Tarantino”: Una viuda está a punto de morir, pero antes decide ajustarle cuentas a todos los vecinos del pueblo junto con su hijo gay que es pistolero de la mafia china en sus ratos libres. Se produce una matanza indiscriminada a ralentí que dura 6 horas y termina con la palabra: “continuará…”
· Versión “Takeshi Kitano” : Exactamente igual que la anterior pero en japonés.
· Versión “Thelma y Louise”: Una viuda está a punto de morir. Como ni su marido ni su hijo la han dejado nunca salir de casa, decide escaparse. El hijo la persigue por los EE.UU y todos tienen muchas aventuras y emociones. Al final, la madre se sube a un ala delta y se tira por un barranco.
· Versión “Emir Kusturica”: Una viuda gitana está a punto de morir. Su mayor deseo es que su hijo se case y que a ella le dén un ganso como dote. El joven es gay, y a ella eso le divierte, pero en mitad de la boda del hijo con un cabrero serbio estalla la guerra en los Balcanes y tienen que partir al frente en bandos distintos. En mitad de la batalla más cruenta de la guerra todos empiezan a tocar melodías tradicionales, borrachos como cubas y todos los burros, cerdos y gallinas de los alrededores pasan de ellos mientras se meriendan unas cuantas minas antipersonal.