Por Gabriel Bertino
La globalización y la tecnología, le han dado un impulso y una dinámica al mundo moderno, que lo ponen en una evolución permanente. Esta situación, generalmente, modifica la mayoría de las estructuras vigentes, y obviamente, el mundo de la música no es ajeno a esta tendencia.
Desde hace algunos años, venimos observando diversas circunstancias que afectan ciertas tradiciones y formas de hacer y difundir la música: El formato digital, el acceso más simple y directo a la tecnología, internet y otras tantas realidades culturales y técnicas, que fueron mutando estas formas.
Y uno de los aspectos donde se ven claramente estos cambios, es en la generación de los nuevos artistas.
Hace tiempo que venimos observando (gracias a los nuevos programas televisivos de talentos como American Idol, Making the band u Operación triunfo), como algunos afortunados, pasan, de la noche a la mañana, del anonimato a la fama.
Sin ir más lejos, el último ejemplo de esta realidad, es sin duda el caso de “Susan Boyle”, que a pesar de no resultar ganadora del Britain’s got talent, igualmente firmó varios contratos para grabar sus discos.
Esto no es ni malo, ni bueno, es simplemente una realidad, con sus vicios y virtudes.
Esta situación es una valiosa posibilidad, para todas aquellas personas con talento, de acortar camino hacia sus sueños (y también para los empresarios que invierten sobre seguro)…pero también es el riesgo, de crear artistas sin ese respaldo vital que le otorgaban, esos tiempos de lucha previa para conseguir un lugar principal en los escenarios importantes.
Antiguamente, los músicos, con todo un estilo y una forma de vida detrás, iban viviendo su música, iban construyendo paso a paso el camino al éxito…inclusive, muchos llegaban a considerar al éxito comercial como la muerte del artista. Este largo proceso, iba haciendo que a medida que construían el camino a la fama, también fueran construyendo un mensaje que trasmitir.
Hoy, la velocidad de la fama y el éxito, hacen que muchas veces, algo muy exitoso resulte vacío y sin contenido.
Esto no es nuevo… muchos movimientos músico-culturales, reaccionaron (entre otras cosas) ante esta tendencia: El Punk (dejando de lado la cuestión social) y Grunge, por ejemplo, son dos movimientos que, en diferentes épocas, reaccionaron ante la situación en la que los músicos, dejaban de ser músicos para pasar a ser comerciantes y/o estrellas.
Bandas y músicos que ponían su centro de gravedad en la imagen, en el vestuario, en los peinados, en el marketing, fueron los que generaron contra figuras como Kurt Cobain, casi aislados de ese mundo, que impulsaron cambios y nuevos movimientos.
Hoy, lejos de esta realidad, los nuevos artistas surgen (velozmente) de estos programas como American Idol.
Es cierto que muchos son los artistas que surgieron gracias a estos programas de talentos: Kelly Clarkson, Girls Aloud, Carrier Underwood, Joss Stone, Chris Daughtry, Danity kane, etc; pero también es cierto que diversos son los caminos, que cada uno siguió, a ese momento de fama.
Quizás esto no sea más que el reflejo de la Post-modernidad en la música, quizás por esto también, grandes bandas que estaban separadas, estuvieron tentadas de regresar y lo hicieron con mucho éxito: The Police, Led Zeppelin, The Eagles, Smashing Pumpkins, Rage Again the Machine, etc.
En definitiva, todo es opinable...lo cierto es que las cosas cambian y tenemos que amoldarnos a los tiempos que corren, pero también es cierto que como fanáticos, consumidores o público en general, tenemos la posibilidad de dar la mano o la espalda a ciertas realidades, siempre de acuerdo a nuestro gusto u opinión.
Desde hace algunos años, venimos observando diversas circunstancias que afectan ciertas tradiciones y formas de hacer y difundir la música: El formato digital, el acceso más simple y directo a la tecnología, internet y otras tantas realidades culturales y técnicas, que fueron mutando estas formas.
Y uno de los aspectos donde se ven claramente estos cambios, es en la generación de los nuevos artistas.
Hace tiempo que venimos observando (gracias a los nuevos programas televisivos de talentos como American Idol, Making the band u Operación triunfo), como algunos afortunados, pasan, de la noche a la mañana, del anonimato a la fama.
Sin ir más lejos, el último ejemplo de esta realidad, es sin duda el caso de “Susan Boyle”, que a pesar de no resultar ganadora del Britain’s got talent, igualmente firmó varios contratos para grabar sus discos.
Esto no es ni malo, ni bueno, es simplemente una realidad, con sus vicios y virtudes.
Esta situación es una valiosa posibilidad, para todas aquellas personas con talento, de acortar camino hacia sus sueños (y también para los empresarios que invierten sobre seguro)…pero también es el riesgo, de crear artistas sin ese respaldo vital que le otorgaban, esos tiempos de lucha previa para conseguir un lugar principal en los escenarios importantes.
Antiguamente, los músicos, con todo un estilo y una forma de vida detrás, iban viviendo su música, iban construyendo paso a paso el camino al éxito…inclusive, muchos llegaban a considerar al éxito comercial como la muerte del artista. Este largo proceso, iba haciendo que a medida que construían el camino a la fama, también fueran construyendo un mensaje que trasmitir.
Hoy, la velocidad de la fama y el éxito, hacen que muchas veces, algo muy exitoso resulte vacío y sin contenido.
Esto no es nuevo… muchos movimientos músico-culturales, reaccionaron (entre otras cosas) ante esta tendencia: El Punk (dejando de lado la cuestión social) y Grunge, por ejemplo, son dos movimientos que, en diferentes épocas, reaccionaron ante la situación en la que los músicos, dejaban de ser músicos para pasar a ser comerciantes y/o estrellas.
Bandas y músicos que ponían su centro de gravedad en la imagen, en el vestuario, en los peinados, en el marketing, fueron los que generaron contra figuras como Kurt Cobain, casi aislados de ese mundo, que impulsaron cambios y nuevos movimientos.
Hoy, lejos de esta realidad, los nuevos artistas surgen (velozmente) de estos programas como American Idol.
Es cierto que muchos son los artistas que surgieron gracias a estos programas de talentos: Kelly Clarkson, Girls Aloud, Carrier Underwood, Joss Stone, Chris Daughtry, Danity kane, etc; pero también es cierto que diversos son los caminos, que cada uno siguió, a ese momento de fama.
Quizás esto no sea más que el reflejo de la Post-modernidad en la música, quizás por esto también, grandes bandas que estaban separadas, estuvieron tentadas de regresar y lo hicieron con mucho éxito: The Police, Led Zeppelin, The Eagles, Smashing Pumpkins, Rage Again the Machine, etc.
En definitiva, todo es opinable...lo cierto es que las cosas cambian y tenemos que amoldarnos a los tiempos que corren, pero también es cierto que como fanáticos, consumidores o público en general, tenemos la posibilidad de dar la mano o la espalda a ciertas realidades, siempre de acuerdo a nuestro gusto u opinión.
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